jueves, 22 de marzo de 2012

Alimentación del bebé

El paso de la leche materna a la papilla o del biberón a la papilla, no solo se trata de que tiene que habituarse a los nuevos gustos, sino de afrontar cambios que afectan a su capacidad física y a la esfera psicológica.
Nuestro papel como madre es fundamental, ya que debemos tener muchísima paciencia, y yo he de decir que he tenido una suerte enorme con Paula porque come de maravilla y no me da nigún tipo de problema, pero conozco infinidad de casos en los que la hora de la comida se traduce en un episodio de psicosis, tanto para los padres, como para el bebé.
Si daís el pecho debéis continuar con él exclusivamente hasta los 6 meses, sino lo dais, podéis empezar a los 4 meses a introducir papilla de frutas en la merienda. Comenzar con pera, plátano y un poquito de naranja. Poco a poco ir introduciendo otras frutas, hacerlas diferentes la papillas, para en el caso de reacción alérgica, saber que es debido a alguna nueva que le habéis echado.
No forzarle a comer. Hay que tener siempre presente que el sentido de saciedad y de hambre en los niños está regulado por una especie de reloj biológico innato que debe ser respetado. El apetito del bebé puede variar de comida a comida, de día a día, pero muchos estudios han demostrado que la introducción total de calorías siempre es óptima porque está sujeta a un sistema de autorregulación innato.
Durante el primer año de vida, el consumo de proteínas animales debe ser mantenido bajo control. Los especialistas afirman que las cantidades óptimas (que pueden variar de niño a niño según la constitución y el sexo) van de los 30 gramos de carne diaria en las primeras papillas, hasta llegar a los 40-50 (que hay que alternar con otros alimentos proteicos como el pescado, los huevos y el queso) dentro del año. Los huevos yo se los he introducido a los 11 meses, siguiendo indicaciones de mi pediatra y empezando primero por la yema y pasados unos días, ya podemos meterle la clara. Cada vez son más los niños que presentan reacciones alérgicas al huevo, así que no tengáis ninguna prisa por hacerlo.
Para todos aquellos padres que os sintáis impotentes y desesperados ante el rechazo de vuestros hijos por la comida, os aconsejo leer el libro de "mi niño no me come" del pediatra Carlos González, yo me lo leí por curiosidad en el embarazo, al igual que muchos otros libros de pediatras que me han venido bien, pero este en concreto no he tenido que recurrir a él, porque como os he dicho anteriormente, mi hija come fenomenal, pero el saber no ocupa lugar, y a lo mejor algún día sí que necesito recurrir a dicho libro.



Que tengáis un buen fin de semana, ¡¡¡que para mí comienza a las 20:30!!!

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